En la época victoriana, cuando se construyó la destilería Bruichladdich, toda la cebada escocesa se cultivaba orgánicamente. La relación entre destilador, agricultor y suelo era estrecha y leal. Pero estos lazos se perdieron cuando la agricultura industrializada cortó las antiguas sinergias. Ahora, Bruichladdich ha recuperado esas elaboraciones antiguas de destilación lenta y roble americano de primera calidad. El resultado es un whisky deliciosamente cremoso.
Vista: Amarillo arena
-Nariz: Ligera nota de almendra con un toque de limón confitado, seguido de la cebada tostada. Los aromas florales y frutales se entremezclan con la dulzura del toffee papaya y kiwi
Boca: Azúcares de cebada, miel, almendras, gominolas notas de pera y limón fresco. El final es intenso y fresco
Grado alcohólico | 50 % |
Capacidad del envase | 1 l |
País | Reino Unido |
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