Mantiene la receta de su creación de los años 30 y se produce con una mezcla de cuarenta whiskies de malta y grano. Entre ellos, los maltas clásicos que dan a Ballantines su sabor característico: Glenburgie, Glentauchers y Miltonduff. El whisky envejece en barricas de exbourbon de roble americano.
Vista: Caramelo
Nariz: Roble tostado y vainilla. Toque dulce de caramelo y chocolate y ligeras notas de cuero viejo. Toques de café con leche, acompañado de cereales y galleta. Ligero recuerdo de malta levemente ahumada.
Boca: Notas herbáceas y dulces. Miel, caramelo y vainilla. Natillas con un toque floral. Ligeras notas cítricas. Nota ahumada de turba. Notas especiadas, acompañadas de regaliz y café tostado. El final es largo y ligeramente picante
Grado alcohólico | 43 % |
Capacidad del envase | 0.7 l |
País | Reino Unido |
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